Los incendios forestales son fuegos que se propagan de manera incontrolada por zonas silvestres, arrasando allá por donde pasan. La pronta extinción de los incendios forestales es fundamental para minimizar los daños en el ecosistema afectado. El acceso a medios y el conocimiento de técnicas de extinción de incendios forestales permite organizar acciones coordinadas para ser efectivos en la lucha contra el fuego.
Las acciones para la extinción se efectúan tras un análisis de la información recogida en el registro oficial de fuegos de vegetación de los servicios forestales, hemerotecas, archivos municipales, entrevistas con agentes forestales y ciudadanos locales. Esto nos permite reconocer a qué tipo de incendio nos enfrentamos en funcion de sus características: cómo se propaga, si emite focos secundarios o cuál es su máximo eje de propagación.
Cuando se ha identificado el tipo de fuego y su patrón de propagación, llega el momento de iniciar las acciones para extinguir el incendio. Para lograr esto, se trata de romper el triángulo del fuego privándolo de alguno de sus componentes: el calor, el combustible o el oxígeno. El análisis previo nos permite saber a qué elemento será más efectivo atacar y mediante qué acciones, las cuales incluyen:
Acciones para reducir el calor: Estas acciones pretenden romper la reacción exotérmica de las llamas y disminuir así la temperatura. Esto se logra arrojando un producto retardante al combustible, siendo el más común el agua. Se aplica bien directamente en las llamas o bien en el combustible que no ha ardido para aumentar su humedad y dificultar la ignición. Al ser normalmente escasa en los montes, suele ser necesario desplazar grandes cantidades de agua en cisternas.
Acciones para eliminar el oxígeno (sofocación): Para que se produzca la combustión, es necesario que el combustible esté en contacto con oxígeno. Aunque su eliminación total es imposible, sí que es posible aislarlo parcialmente del combustible. Para ello, éste se cubre con algún material como el que contienen los extintores, o tierra aplicada con palas. Otro método es golpear el combustible violentamente.
Acciones para eliminar el combustible: La eliminación de combustible se basa en la línea de defensa. Esto es la eliminación del combustible vegetal hasta llegar al suelo mineral, creando así una discontinuidad al avance del fuego. Cuando se usan en ataque directo, deben ir acompañadas de una quema de ensanche o cortafuego.
Estas acciones se enmarcan en diferentes estrategias de ataque:
Ataque directo: Consiste en atacar el fuego en su borde con herramientas de sofocación. Implica riesgos para los operarios, pero impide que se queme una mayor parte de monte que con otras estrategias.
Ataque indirecto: Consiste en la creación de un cortafuegos en un lugar estratégicamente ventajoso para evitar que el fuego se propague más allá de él.
Ataque paralelo: Similar al ataque indirecto, basa la ubicación del cortafuegos únicamente en el cálculo del tiempo necesario para realizarlo, obviando el medio.
Con esto podemos hacernos una ligera idea del trabajo que implica la extinción de un incendio forestal. La prevención y la concienciación son sumamente importantes para evitar que se produzcan tantos incendios cada verano, pero una buena formación es necesaria para poder actuar contra ellos.
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