Las uñas artificiales son extensiones que se colocan sobre la uña natural con diversas técnicas o materiales y que nos permiten tener la uña siempre en perfectas condiciones.
Son más resistentes que las uñas naturales y más gruesas. Apenas se rompen o resquebrajan. Si te interesa, en este post te enseñan todos los tipos de uñas. Hoy nos vamos a centrar en hablar de las uñas acrílicas.
Las uñas acrílicas son aquellas que se realizan con un polvo acrílico. El polvo acrílico (polímero) se seca rápidamente cuando se mezcla con un un agente líquido (monómero). Por ello no necesitan curado en lámpara, al contrario que las uñas de gel.
Las uñas se han convertido en un complemento imprescindible del look de muchas mujeres. Pero además de lucir un color bonito o incluso un nail art original, muchas optan por las uñas postizas. Es la manera de llevar una manicura impecable, con unas uñas fuertes, sin marcas ni estrías, y con la longitud que desees. Descubre las diferencias entre las uñas acrílicas y las de gel.
Las uñas acrílicas y de gel están de moda porque permiten lucir manicuras impecables. Blanca Suárez, Rosalía, Rihanna, Kylie Jenner, Blake Lively… son algunas de las celebrities que lucen uñas larguísimas, puntiagudas o cuadradas, gracias a las uñas postizas. Quizás tú también te estés planteando alguna de esas opciones para conseguir unas uñas más largas y resistentes. No es raro que en algunos momentos tengamos las uñas más débiles y que se rompan fácilmente. La genética, la mala alimentación o el abuso de determinados esmaltes pueden favorecer las uñas quebradizas. Y en esos casos, o simplemente porque quieres lucir unas uñas más largas y una manicura perfecta para momentos puntuales, como las fiestas de Navidad o una boda, la solución son las uñas postizas. Y dentro de ellas las más utilizadas son las uñas acrílicas o de gel. Aunque el resultado es similar, son dos tratamientos diferentes, así que antes de elegir uno u otro, te vamos a contar en qué consisten.
Para crear las uñas acrílicas se usa un polímero en polvo y un líquido especial, que al combinarlos forman una masa resistente, como si fuera plástico duro. Para adherirlo a la uña natural, primero hay que limarla y así la volvemos porosa y después se aplica un producto que nos permite conseguir un pH ácido en la uña. El resultado es unas uñas fuertes y resistentes, un tratamiento perfecto si sufres de uñas quebradizas. Es conveniente acudir al salón cada 15-20 días (según el crecimiento de tu uña natural) para mantenerlas, y podrían durarte hasta 6 meses. Con esta técnica puedes conseguir una uña como tú quieras, larga, más corta, cuadrada, redondeada, puntiaguda, y por supuesto, encima admite cualquier esmalte y técnica de nail art. Además, son una buena opción para las mujeres que se comen las uñas.
Es importante que sepas que deberás acudir al salón para retirarlas, no lo intentes hacer tú sola en casa, porque dañarás tu uña natural. Y si se te rompe alguna, tendrás que volver a hacerla de nuevo. Su uso excesivo debilita la uña natural. El precio de las uñas acrílicas se sitúa a partir de los 55 euros y la retirada cuesta alrededor de los 20 euros.